Estamos ante un edificio que constata la evolución de los pueblos y la necesidad de aprovechar espacios ya existentes.
El Antiguo Hospital de Villarejo ha tenido múltiples utilidades. Construido en el S.XVIII, probablemente sustituyendo las funciones de un hospital para pobres y transeúntes que se sustentaba de limosnas, y que se sabe existía en Villarejo desde el S. XVI, aunque no es seguro que estuviera ubicado en el mismo lugar. Siglos después también estuvieron situadas es este espacio las escuelas, y por algunos momentos sirvió de viviendas de familias, hasta su abandono y posterior recuperación como Centro Municipal de Salud en 1995.
La fachada del edificio, de ladrillo y mampostería, reforzada con grandes sillares en las esquinas, ofrece una clara propuesta de lo que debía ser un edificio funcional en el S. XVIII. La portada principal, adintelada con grandes sillares de piedra blanca caliza, da la entrada a un edificio que se manifiesta en torno a un patio central a modo de claustro, con galerías abovedadas a su alrededor.
Desde 1855 se vincula a este hospital el doctor Mariano Benavente, padre del escritor y premio Nobel Jacinto Benavente. El que ejerciera en Villarejo como médico rural sería luego uno de los primeros directores del Hospital Niño Jesús y considerado impulsor de la pediatría moderna.
El doctor Mariano Benavente, padre del escritor y premio nobel, Jacinto Benavente. El que ejerciera en Villarejo como médico rural sería luego uno de los primeros directores del Hospital Niño Jesús y considerado impulsor de la pediatría moderna.